15 marzo 2019

Unboxing del monitor de campo Swit CM-55C

En poco más de un mes llegará a mis manos la nueva Blackmagic Pocket Cinema Camera 4K que, como toda buena cámara Blackmagic, necesita unos cuantos complementos (como el inevitable cage o alguna solución de alimentación de larga duración). Como esta cámara, a pesar de ofrecer una pantalla de 5 pulgadas extraordinaria, este no es abatible, lo que dificulta las tomas de prácticamente cualquier plano medianamente creativo. Así que es vital disponer de un monitor externo.

Los propios monitores de Blackmagic, a parte de ser 100% compatibles con sus cámaras, tienen un coste elevado. En parte porque también son grabadores (mediante tarjetas SD). Estos presentan dos tamaños: 500€ y 900€. Cabe decir que son de muy buena calidad, pero cuando hay que ajustar el presupuesto, se salen bastante.

Después de mucho buscar apuntando a monitores "low cost" (hay mil y un modelos de los que resulta casi imposible encontrar diferencias), descubrí uno que fue presentado a finales del año pasado de la marca Swit, el CM-55C.

Y hoy me ha llegado el paquetito:


El precio de este monitor (de 5,5 pulgadas) es un poco superior a los que andaba buscando (evidentemente sin llegar a los desorbitados de Blackmagic o SmallHD, que eran la referencia en cuanto a prestaciones). Pero cabe decir que ofrece mucho más que los demás monitores en este rango de precios. Lo máximo que se puede encontrar es false color, focus picking o incluso histograma. Pero este también muestra forma de onda y vectorscopio, dispone de carga de LUTs personalizados, además de poder configurar distintas pantallas, como el modelo Focus 5 de SmallHD, al que imita sin tapujos.

Una vez abierta la caja aparecen los papelajos de la garantía, el típico manual de instrucciones que nadie lee y la pantalla.


Y debajo los accesorios: un sencillo parasol, un cable HDMI y un pequeño soporte para adherir el monitor a la zapata de la cámara o al cage. Al costar la mitad que los monitores que ofrecen las mismas funcionalidades, el ahorro se intuye en los materiales. A primera vista parece de juguete, todo de plasticucho. Pero ese también tiene su lado positivo porque pesa muy poco, algo que es de agradecer. No sería muy divertido un monitor que pesase más que la cámara.


Ahora solo me falta recibir la Pocket 4K, cosa que previsiblemente ocurrirá a finales de Abril. Mientras podré hacer alguna prueba con la Canon C100 de un colega para comprobar el rendimiento de este monitor.


Para acabar, sólo me falta añadir que el dispositivo viene con 2 años de garantía, ampliables a 3 rellenando un cuestionario.


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