12 enero 2018

Una eGPU para mi Macbook

Ahora, que en mi cabeza empieza a haber proyectos más grandes, es un buen momento para optimizar mi Macbook Pro. Cabe decir que es un portátil bastante apañadito, a pesar de ser de mediados del 2012. Cuenta con un procesador dual i7 a 2,9 GHz, 16 GB de RAM, 1 TB en unidad SSD y una tarjeta gráfica de 1,5 GB. Pero nada de eso es modificable internamente (salvo la capacidad; podría añadir un par de TB más quitándole la unidad de DVD). Los portátiles actuales de Apple no pueden tener más de 16GB y la tarjeta gráfica está integrada en la placa base.


Pero hay algo que sí se puede mejorar gracias a la conexión thunderbolt. Se trata de añadir una eGPU (una tarjeta gráfica externa). Y ese ha sido el objetivo de estos días. A pesar de ser algo bastante nuevo en el entorno Mac (desde hace unos pocos años, aunque oficialmente solo desde la llegada de Mac OS High Sierra), no es demasiado difícil encontrar información al respecto (la mayoría en Inglés). Lo que sí es difícil es que los propios técnicos de Apple que prestan soporte a través de chat estén familiarizados con el tema.

Tras indagar en varias páginas, consultar en repetidas ocasiones directamente con Apple y también con algunos de mis contactos (en especial @joanplanas), me decidí a dar el salto.


La tarjeta debe ir en una caja externa habilitada para ello, evidentemente. La caja que he adquirido es la Akitio Node, con conexión Thunderbolt 3 (más un adaptador de Thunderbolt 3 a Thunderbolt 2 y el cable Thunderbolt 2 que es compatible con mi Thunderbolt 1).

A parte, la tarjeta gráfica. Para evitar sorpresas desagradables, me he guiado por la marca y modelo exactos del kit para desarrolladores de Apple, una Sapphire Radeon RX 580 de 8 GB. Para montarlo todo, sin tener ni idea de cómo va, se tarda unos 5 minutos.



Pero una vez que se enchufa el invento, zas, ruido. Un ruido que no oía desde la última vez que puse mis manos en el teclado de un PC. Aunque quizá lo del ruido no sea un problema tan grave.

Ahora llega el momento del flashback.

Hace algunos meses añadí a mi equipo una pantalla LG ultrawide para poder editar mejor. Desgraciadamente, los Macbook Pro de 2012 (y probablemente algunos de más para acá también) no ofrecen la resolución de salida que estas pantallas necesitan y uno tiene que tirar de apaños como SwitchResX (y acabar inventándose una resolución que cuadre bien con todo).

Volvemos al presente.



Al montar y configurar la eGPU y conectarla mediante HDMI a la pantalla ultrawide, la resolución es exactamente la que se necesita, con lo que uno no puede evitar ladear la cabeza con una leve sonrisa y pronunciar un “ah, mira”.

En los primeros instantes he podido comprobar que, a pesar de que Final Cut (por ejemplo) no le saca todo el partido, sí que mejora de forma sensible en el visionado de material sin renderizar. Seguramente en la próxima actualización del programa (¿falta mucho?) lo tendrán todo en cuenta. Habrá que esperar, cosa normal al tratarse de algo nuevo en el entorno Mac.

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