Tras indagar en varias páginas, consultar en repetidas ocasiones directamente con Apple y también con algunos de mis contactos (en especial @joanplanas), me decidí a dar el salto.
La tarjeta debe ir en una caja externa habilitada para ello, evidentemente. La caja que he adquirido es la Akitio Node, con conexión Thunderbolt 3 (más un adaptador de Thunderbolt 3 a Thunderbolt 2 y el cable Thunderbolt 2 que es compatible con mi Thunderbolt 1).
A parte, la tarjeta gráfica. Para evitar sorpresas desagradables, me he guiado por la marca y modelo exactos del kit para desarrolladores de Apple, una Sapphire Radeon RX 580 de 8 GB. Para montarlo todo, sin tener ni idea de cómo va, se tarda unos 5 minutos.
Pero una vez que se enchufa el invento, zas, ruido. Un ruido que no oía desde la última vez que puse mis manos en el teclado de un PC. Aunque quizá lo del ruido no sea un problema tan grave.
Ahora llega el momento del flashback.
Hace algunos meses añadí a mi equipo una pantalla LG ultrawide para poder editar mejor. Desgraciadamente, los Macbook Pro de 2012 (y probablemente algunos de más para acá también) no ofrecen la resolución de salida que estas pantallas necesitan y uno tiene que tirar de apaños como SwitchResX (y acabar inventándose una resolución que cuadre bien con todo).
Volvemos al presente.
Al montar y configurar la eGPU y conectarla mediante HDMI a la pantalla ultrawide, la resolución es exactamente la que se necesita, con lo que uno no puede evitar ladear la cabeza con una leve sonrisa y pronunciar un “ah, mira”.
En los primeros instantes he podido comprobar que, a pesar de que Final Cut (por ejemplo) no le saca todo el partido, sí que mejora de forma sensible en el visionado de material sin renderizar. Seguramente en la próxima actualización del programa (¿falta mucho?) lo tendrán todo en cuenta. Habrá que esperar, cosa normal al tratarse de algo nuevo en el entorno Mac.
No hay comentarios:
Publicar un comentario